Paracas, Pisco 16 de diciembre de 2023.
El 14 de diciembre, Nancy Duman y Werner Knauf visitaron el Colegio José de la Torre Ugarte de Pisco. La escuela primaria imparte clases a unos 600 alumnos en dos turnos - mañana y tarde - y constituye uno de los aliados de cooperación más antiguos de Acorema. Sus profesoras y profesores llevan más de 20 años dedicados a la educación medioambiental.
Mientras los niños jugaban en el amplísimo patio de la escuela, la mascota se preparaba para su aparición, lo cual suponía - dadas las altas temperaturas - todo un reto para la persona que llevaba el disfraz. Para la presentación en Pisco, unos 100 - o tal vez hasta 200 -niñas y niños se reunieron en grupos de clase, en filas más o menos ordenadas. Un profesor presentó brevemente a Nancy Duman, de Chile, y a Werner Knauf, de Alemania, como representantes de Sphenisco. Sorprendentemente, el "Presidente" de la organización tuvo un papel activo. Tras un breve saludo a todos los presentes, hizo entrega al director del colegio de un gran pingüino de felpa, regalo de Acorema y Sphenisco para las actividades centradas en el "Animal del Año 2024-2025".
Poco antes, en un proceso democrático, el pingüino de Humboldt había sido elegido como "Animal del Año 2024-2025" por el Colegio José de la Torre Ugarte. Los animales elegidos para la última ronda habían sido la chuita, el pelícano peruano, la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), el pingüino de Humboldt y el gaviotín peruano. Cada clase asumió la defensa de uno de estos animales. Los niños se informaron a fondo sobre "su" especie animal, recopilaron argumentos sobre por qué debía ser el centro de las actividades e intentaron convencer a sus compañeros. El pingüino de Humboldt recibió el 48% de los votos y ganó el concurso por un amplio margen. Acorema apoya regularmente al colegio con material didáctico, como el pingüino de peluche. Actualmente, el equipo de Señora Milagros ha prestado a la escuela la mascota Pisko para que actúe como invitada.
Tras los agradecimientos del director, Pisko hizo su gran aparición. Al son de la canción "Cholito" - "... creemos que naciste en Perú, Cholito..." - bailó delante de los alumnos, les animó a cantar y a aplaudir y se ganó sus corazones. Como una auténtica estrella, a continuación Pisko permitió que le sacaran fotos con los niños.
Mientras tanto, el director invitaba a huéspedes y profesores a disfrutar de un vaso de agua mineral y un delicioso pastel de limón. Les informó de que la escuela había obtenido el certificado de escuela medioambiental y había quedado segunda en el concurso "Actividades medioambientales" del año pasado. Las profesoras y los profesores describieron cómo combinan las distintas asignaturas con el tema del medio ambiente, cómo interactúan siempre con alumnas y alumnos en la comunidad y cómo implican a las familias en estas actividades. En el Colegio José de la Torre Ugarte, la educación medioambiental ya forma parte de la propia identidad, por lo que el centro no necesita más el apoyo educacional de Acorema.
Tras una larga pausa para el almuerzo, se celebró la campaña electoral. Los protagonistas defensores de la tortuga laúd, el pelícano chileno y el pingüino de Humboldt volvieron a presentar "sus" animales a los huéspedes. Repartiéndose los papeles, entre 5 y 6 alumnos caracterizaron a "su" animal, describieron su hábitat, explicaron el peligro al que están expuestos y sugirieron medidas de protección. A algunos les costó hablar con Libertad, a veces perdían el hilo y se ayudaban leyendo lo que decían sus pósters. Otros eran oradores natos: hablaban con fluidez y gran entusiasmo en favor de "su" animal. Todos fueron aplaudidos por su habilidad, valentía y esfuerzo. Al final, cada niño presentó con orgullo sus dibujos de pingüinos de Humboldt pintados por ellos mismos a los invitados. Entonces, de nuevo hubo regalos. Dos niños regalaron a Nancy y Werner los pingüinos de Humboldt que habían hecho con sus manos con el lema "no botar basura al mar" (ver fotos). Si estos niños gobernaran, ¡el pingüino de Humboldt ya estaría a salvo!
W.K.
traducido por Veronica Abrego